XXXIV
A un político europeo.
Nunca me gustó la política. No se nada de política. Por eso, nunca me atreví a
escribir sobre política.
Contrariamente, alguno de mis pacientes esta
obsesionado con ella, como Gumersindo, que
me comenta desde hace semanas, con insistencia y preocupación, lo que
está ocurriendo en Europa y concretamente en Grecia.
Me decía Gumersindo:- la Unión
Económica Europea, hoy Unión Europea, había prometido la
igualdad entre los pueblos y las personas, que se hubiesen incorporado a la
misma.
Sin
embargo, los poderosos en lugar de tratar de equilibrar las desigualdades, las
siguen permitiendo. Utilizan la estratagema de regalar en un primer momento,
modestas ayudas a fondo perdido, que los mandatarios locales se apresuraron a
aprovechar, y luego tratar de convencernos para que los Países pobres aceptemos cuantiosos prestamos, "imposibles de devolver, solo con
el incremento de los impuestos de la clase media", en lugar de
tomar medidas mas honestas desde Bruselas, como sería la creación de industrias y la instalación de fabricas y empresas en
las Naciones con mas paro, como Grecia, España, Portugal e Irlanda, declarando a esos Países Áreas o "Polígonos" industriales y
empresariales de preferente protección y apoyo, con las exenciones y
beneficios, que fuera necesario aplicar, para que todas las restantes Naciones
europeas se vieran estimuladas e incluso obligadas a construir o ampliar sus
fabricas en ellos, en lugar de continuar
instalándolas en Países sin paro y con alto nivel de vida.
Defendiéndose además, desde la Unión Europea, el manteniendo las infraestructuras locales
existentes y la tecnología que siempre dominaron como la construcción naval, la
pesca, la ganadería, agricultura, etc.,
y a utilizar "in situ" los productos autóctonos, impidiendo la
exportación de materias primar locales sin elaborar, como la madera, los minerales, el caolín de Burela, el granito de Porriño,
el aluminio en bruto, el papel en pasta, etc., frente a todo lo procedente de
otros Países, incluso de fuera de la
propia Unión Europea.
Para mejorar la calidad de vida de las gentes
es necesaria la protección de las industrias locales, en lugar de permitir un
libre mercado desmadrado y sin control, que impide competir con los grandes dejando
sin trabajo y empobreciendo y a los mas modestos - concluye Gumersindo.
Por ser representante de España, en el lugar desde
donde se puede prestar mas ayuda a la
Nación, tengo el atrevimiento de enviarle las sencillas
ocurrencias de mi paciente, que concuerdan con las de muchas personas del
pueblo llano.
Con todo
mi respeto le saluda
JOTAPEDE