miércoles, 5 de diciembre de 2012

XXI.- "Desideratum."- Culminación de la Medicina.

                                             



                                                         
                                                        XXI
               
                CULMINACION DE LA MEDICINA

                                                                o
                            DESIDERATUM

                                 
                              
   -Buenas tardes a todos,- entra Lorenzo en la Botica apoyado en su bastón ingles; casi recuperado de la fractura de cadera.-Estoy encantado de los cuidados recibidos en el Hospital.
  -Efectivamente, es una maravilla que se haya instituido el Seguro de enfermedad, mediante el cual tenemos la garantía de disponer de una buena asistencia médica,-comenta D. Antonio.-  Hace muchos años solo existía la Beneficencia que ofrecía una atención de baja calidad; era como una medicina de segunda división, que no disponía de todos los medios necesarios.
   La Seguridad Social desde su creación, fue un logro incomparable que da una tranquilidad inmensa a las familias.                          
   Ha permitido  a todo el mundo cerrar el capitulo, que antes suponía tener que mantener una reserva económica, para hacer frente a los inevitables casos de enfermedad.
 Hoy día podemos estar satisfechos de que  cualquiera  pueda contar  con una buena atención médica y quirúrgica.
   –Además es tal el desarrollo conseguido que se va camino de pronosticar,  con años de anticipación, la probabilidad de padecer canceres, demencias y otras enfermedades degenerativas,-enfatiza D. Valeriano, que había leído en el diario local que “está muy cerca la posibilidad de que en 20 segundos podamos saber si vamos a estar  libres de infarto en los siguientes 5 años”, y que se  instalarán desfibriládores en lugares públicos, para evitar las muertes súbitas.  
 -Realmente se ha alcanzado una calidad científica y tecnológica tan alta, que permite llevar a cabo las pruebas diagnosticas mas complejas y los mas sofisticados tratamientos,-comenta D. Felix.-Los descubrimientos en genética molecular, en medicina nuclear con radiotrazadores y radiofarmacos, la  cirugías laparoscópica y robotizada, el trasplante de órganos, los tratamientos con  células madre y un largo etc., han abierto un universo de posibilidades, para vencer en la lucha contra las  enfermedades y lograr el ansiado, pero hipotético, bienestar de la humanidad. En la actualidad, muchos canceres se  curan y pronto muchos mas se curarán. Con todos estos avances, no hay que tener  miedo a la enfermedad y nuestra vida se va prolongar muchísimo.
 -Si 20, 50 o 1000 años mas,-opina D. Manuel. Estáis camino de conseguir la inmortalidad. Yo no tendré problema. Me moriré como todo bicho viviente; pero vosotros que seréis inmortales;¿dónde os vais a meter en este mundo?.
     -No seas escéptico. Además muchas enfermedades se solucionarán sin que el enfermo tenga que acudir al Hospital. Decía estos días un experto que el 40% de las consultas de Cardiología y de otras especialidades se podrán hacer: “on-line” por Internet, sin necesidad de ver la cara al enfermo.
  Tendremos una medicina avanzada en la que ingenieros, químicos, informáticos, mecánicos, electricistas, programadores y gran variedad de expertos en diversas tecnologías, con sofisticadas “maquinas”, resolverán los problemas médicos y quirúrgicos de cualquiera que, en ese mundo ultramoderno que se nos avecina, tenga la osadía de enfermarse.
  -Si, será una  medicina científica, “sin médicos”- pontifica Ramiro.
  -¿Que dices?, ¿desvarías?-irrumpe Ramón, entre sorprendido e irritado.
  -Digo, que llegará un momento en que no harán falta, si se sigue por este camino de progreso.
   -¡Estupendo!.  Pero lo que me tendréis que explicar y me parece sorprendente, es que precisamente ahora, tras ese sensacional progreso alcanzado, estén surgiendo, en los países mas desarrollados, una profusión de formas o modalidades de “medicina” alternativa o natural, sin una base científica que las sostenga.
 -Son nuevas formas de medicina y terapias naturales- defiende D. Camilo,-que han surgido con fuerza, solicitadas por muchos enfermos y buenos profesionales, que ven en ellas la posibilidad de obtener grandes resultados terapéuticos, como la Técnica Metamórfica, la Gemoterapia, Radiónica, Aromaterápia, Iridología, Macrobiotica, Reflexología pódal, Moraterapia, Auriculoterápia y un sin fin de  procedimientos diagnósticos y terapéuticos, con lo que se está consiguiendo grandes resultados.
  -No dudo que sea posible,………. Pero parece desconcertante que una vez alcanzado un nivel tan alto por la ciencia medica, aparezcan estas formas de medicina alternativa, sin una base científica contrastada  que las ampare, -apunta D. Manuel.
  -No os sorprenda- interviene el Dr. Bahamonde, queriendo actuar como abogado del diablo; -eso tiene una explicación muy sencilla. En los países con un nivel cultural mas elevado, la medicina moderna tan perfecta en la prevención y lucha contra la enfermedad o defensa de la salud, “reparando” el cuerpo humano a la perfección,  no cubre todas las expectativas que los enfermos  teníamos.  
  -El enfermo no es simplemente una maquina que hay que reparar. Es una persona, que no se conforma con que le renueven el corazón, le curen la tos, la diabetes, el cáncer, la tuberculosis o la lepra, necesita a alguien a quien acudir de inmediato, que le ofrezca confianza, escuche, atienda y conforte, que le abra una puerta a la esperanza, que hable su mismo idioma y le de explicaciones comprensibles, que no utilice la “letra pequeña” en su información y le ayude a decidir; que sea su consejero y amigo.
  El hombre, al que conozco bien porque soy yo mismo, cuando esta enfermo, siente, sufre o padece, porque no solo tiene molestias corporales sino que tiene “mal estar”. Algo en su interior que le hace “sentirse” enfermo.
  Ha de ser labor de alguien, que hasta hace poco era el medico de familia o de cabecera, el encargado de ayudarle, dándole  el apoyo que necesite, que de ningún modo se puede substituir por lo que ofrecen las maquinas y las modernísimas tecnologías en manos de robots y sabios ingenieros. No basta tener en cuente los hallazgos estructurales y funcionales del cuerpo, sino que se habrán de  reconocer  la repercusión psicológica de las alteraciones biológicas; por eso, sin pretender entrar en temas metafísicos o religiosos, que respeto,  tiene que haber alguien que este  preparado para atender al hombre de forma unitaria en sus dos vertientes: la corporal y la anímico-espiritual,
   El hombre enfermo, no es un usuario, como hoy tan impropiamente le quieren llamar, y si acuda a medicinas alternativas es culpa de que se encuentra falto de la debida atención  inmediata y no con la "llamada cita previa", con una demora de muchos dias o varios meses,  angustiado ante la  enfermedad, si has logrado sobrevivir milagrosamente, sin atencion medica, y con la sensación de soledad  y la realidad del  desamparo, por falta de  atencion inmediata con  esta medicina actual que estamos sufriendo.. Por eso recurre a estas viejas formas de medicina, casi mágica, que si quizá no le curen su enfermedad física le ayudándole  a salir del abismo en que se encuentra sumido ante la enfermedad, y a superar los desequilibrios afectivos  que le mortifican.
Yo querría volver a tener un medico de cabecera , al que estoy buscando y no encuentro en mi ciudad, que nos conozca aconseje y oriente, que nos reciba de inmediato o  nos visite en nuestra casa, cuando nos enconttremos enfermos y desamparados, atemorizados por la enfermedad, como aquellos magnificos médicos de APD (asistencia publica DOMICILIARIA), cuya sola presencia nos mejoraba, que  nos escuchaban pacientemente, custodiaban  nuestros secretos y confidencias, exploraban detenidamente, informaban y   nos controlában los  tratamientos, los que sabiamos que no podriamos  pedir milagros,  pero que estaban  pendientes de nosotros en todo momento, tratando de  curar o aliviar la enfermedad. No voy a pretender exigir ese  derecho a la salud, que algunos creen tener y proclaman muchos dirigentes, cuando realmente el derecho con el que debemos de contar, será el  de disfrutar de asistencia médica inmediata. Decir que nacemos con DERECHO  A LA SALUD no es más que una bella utopia. Ojala fuera así; seria el “Desideratum”.
Hasta ahora, que yo sepa, solo gozamos del Derecho natural a: Nacer, crecer, reproducirnos y morir.  
Porque como decía “aquel”: La vida es una enfermedad hereditaria, progresiva, incurable y de transmisión sexual que lleva inexorablemente a la muerte,………

      ………sin embargo,………-quiere aclarar Evaristo,-……… la vida, continua después de la muerte,  pues por  continuidad genética,  la seguiremos “viviendo” en nuestros hijos.

     Y los creyentes también la disfrutaremos en el “Mas allá”.

                                                                                      JOTAPE

viernes, 23 de noviembre de 2012

XX.- Incursión a Marte. ( Capitulo 4º)




                      
                               Xx 


          Incursión a  mÁrte 

             (Capitulo 4º) 

                       


       -....En el amplio salón donde estaban reunidos, me acerque a un marciano joven, de unos 18 años, que fatigado descansaba en un rincón. Mi deseo de conocer  aquel nuevo  mundo  me incitó a concentrarme para tratar de transmitirle de algún modo, mi deseo de comunicarnos y conocer sus viviendas.
    Efectivamente, no paso mucho tiempo  cuando noté que se levantaba, disponiéndose a recorrer, como si de un guía se tratase, aquel intrincado mundo de galerías, que yo estaba ansiando visitar, mientras al mismo tiempo rememoraba los sucesos ocurridos.
     Embargado por la emoción, empecé a percibir mentalmente, como en un  dialogo, todo lo que el recordaba haber vivido los días anteriores.
     Se sentía muy orgulloso y satisfecho evocando la victoria contra sus enemigos, después de muchos sufrimientos, tras una prolongada lucha.
    Me “dijo”, o transmitió con su pensamiento, que en Marte, habían llegado a coincidir varias razas,  viviendo más o menos separadas, aunque en cierta armonía, hasta que llego el momento en que empezaron a competir y rivalizar por los alimentos y el territorio.   La convivencia se fue haciendo cada vez más difícil, hasta hacerse imposible.
    Algunas razas como los  machos Fi y las hembras Alfa, llegaron a  desaparecer, victimas de enfermedades y  falta de alimentos.
    Los territorios de los machos Psi y las hembras Omega fueron invadidos por los Lambda que habían logrado primero esclavizarlos y luego exterminarlos.
     Eran los machos Lambda una raza violenta, con una estructura social patriarcal, narcisistas y dominantes, obsesionados en su hedonismo, por la busca del placer y la riqueza. Despreocupados de sus hembras Gamma, a las que humillaban, desatendían y utilizaban hasta tal punto, que agotadas, extenuadas y enfermas, quedaron reducidas a un mínimo simbólico, perdiendo prácticamente la capacidad de procreación.
   Llegado ese momento, fue demasiado tarde, cuando ellos  se percataron, no solo de su soledad, sino de su  falta de posibilidades reproductivas, que conllevaría con ello el fin de su raza.
   Pretendieron entonces, invadir otros territorios aprovechándose de las hembras Beta, protectoras de los machos Tau, a los que por su manifiesta debilidad esperaban  vencer con facilidad.
 -Sin embargo no fue así- pensaba orgulloso mi  “interlocutor”. -¡Los machos Tau conseguiríamos  proclamarnos vencedores!,   .....si bien, gracias a la  astucia y fortaleza  de las hembras Beta.
   Durante cerca de 6 meses, ocultos  en sus refugios, rodeados por los agresivos machos Lambda, resistieron el asedio y prepararon, con todo cuidado, lo que iba a ser la tumba definitiva de sus enemigos.

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Recordaba, como meses antes, en cuanto sospecharon que podrían llegar a ser atacados, se reunieron en Asamblea y  con mucho sentido común, encargaron a una sabia y capacita  hembra hechicera, que se encargase de dictar las medidas urgentes y necesarias para defenderse de los invasores.
   -Por lo que veo, algo parecido entonces, -le interrumpí, para demostrar mis conocimientos, -a lo que en La Tierra  se decidiría millones de años después en el Senado romano, cuando se le otorgo poder absoluto, nombrando dictador al mas capacitado, un honesto labrador, Lucio Quincio Cincinato, que tomando las riendas del poder, puso orden en las decisiones disparatadas y oportunistas que se habían   aprobando, y organizo a los ciudadanos para en pocos días, como sabio estratega, lograr la victoria de Roma sobre los Ecuos invasores. Para a continuación dando muestras de una rectitud y honradez ejemplar, renunciar a todos sus honores y derechos y poder  retornar de inmediato a sus trabajos de labrador en el campo. Hechos que  con merecido orgullo ha querido recordar en los E.E.U.U. la Society of the Cincinnati y llevo a dar ese nombre a la ciudad de Cincinnati en Ohio.
   -Efectivamente los machos Tau y las hembras Beta, buscando la capacitación, escogieron  a la  mejor.  Siguiendo los consejos y decisiones de la vieja hembra “hechicera”, bajo  sus órdenes se apresuraron a reforzar y camuflar las entradas de sus viviendas trogloditas, haciéndolas parecer grietas naturales o simas inaccesibles; construyeron muros fosos y trampas en el perímetro  exterior, hábilmente disimuladas con líquidos corrosivos en el fondo, en las que cayeron aquellos primeros enemigos que se aventuraron a  atacarles. La victoria en estas primeras escaramuzas, les permitió ganar tiempo para perforar una nueva y enrevesada red de intrincados laberintos en el subsuelo, y edificar en  el centro lo que simulaba una bella torre, que parecía albergar al grueso de los defensores y sus tesoros.
   Durante semanas, sin grandes efectivos, pero con gran astucia, lograron mantenerlos a raya, hasta tal punto que forzaron a que sus enemigos  sintieran la necesidad de acumular grandes efectivos en las inmediaciones de la torre, concentrando sus fuerzas en el entorno del que creían el último baluarte de los defensores. Agruparon allí  poderosas y  pesadas maquinas de guerra, hasta que llegase el momento de decidir el asalto definitivo con todos sus efectivos, seguros de la victoria final.
    En el interior habían pasado muchos días de penuria  y trabajo, hasta que por fin llego el día en que pudieron observar a sus violentos enemigos concentrados, en torno lo que aparentaba ser como último bastión,  aquella espectacular torre.
   Sin embargo  aquella no era mas que un señuelo,  de algún modo comparable a un caballo de Troya, en torno a la cual  habían perforado la inmensa red de túneles, sobre los que, ignorantes de lo que les esperaba se había asentado el ejercito invasor.
   Llegado el momento de máxima concentración enemiga, cuando parecía inminente el ataque, los sitiados abrieron las compuertas de ocultos embalses, canalizando una inconmensurable cantidad de agua,  para provocar el “ruinan móntium”, bajo los pies de los belicosos machos Lambda, que arrastrados o enterrados, fallecieron en los derrumbes y en las galerías inundadas, siendo los restantes, inevitablemente aniquilados hasta su total exterminio,  en los pantanos  donde al final se vertía el resto de todos los líquidos tóxicos e inflamables que pudieron obtener en el subsuelo o fabricar, gracias a los  grandes progresos que habían alcanzado en el conocimiento de la química y la vieja alquimia.

   Habían pasado 8 horas e inesperadamente me percaté de que ya estaba finalizando mi observación y mi “recorrido”.

   Mentalmente me despedí de mis amigos marcianos, que continuaban celebrando su victoria.
   Serian seguramente los últimos primates, habitantes de Marte, que liberados de la presión de otros grupos, podrían seguir viviendo sobre la corteza del planeta, hasta que con el enfriamiento global y la disminución de la energía solar, tuviesen que volver a ocupar sus viejos refugios, aprovechando mientras les fuera posible la energía del subsuelo.

   Quisiera creer, que esta fue solo mi primera observación, así que mantengo la esperanza de poder llegar  algún día a hacer otro “viaje” y encontrarme de nuevo, con mis amigos de Marte.

                     JOTAPE      

                                        

domingo, 11 de noviembre de 2012

XX.- Incursión a Marte. (Capitulo 3º)

                            



                                      Xx 

                        Incursión a  mÁrte 

                       (Capitulo 3º) 





              ……en  mi aparente soledad………      
           Mas que un simple observador, me sentía como si realmente hubiera viajado a Marte. Con la avanzada tecnología alcanzada, embutido en mi traje de exploración, que con sus “infinitos” sensores, me permitía vivir aquella observación, como una exploración real, moviéndome con total libertad, tan lejos de donde verdaderamente me encontraba.
 Sabía que estaba seguro. Continuaba  en La Tierra, en mi modulo de observación, controlado por un gran equipo técnico, y aunque permanecería en esas condiciones unas 6 u 8 horas,  me durarian 8 días.
-No acaba de quedarme claro,- le tuve que interrumpir,- ¿como es posible eso?.
-Realmente no te debiera de parecer  difícil de entender; teniendo en cuenta que con el acelerador de partículas se consigue que el tiempo alcance una velocidad tan asombrosamente  grande, que la observación realizada durante unas horas se pueda alargar o acortar meses o  años. Es algo similar a lo que  pasa cuando soñamos;  que nos cambia tanto la noción del tiempo que se  puede soñar durante la siesta de media hora, algo que parece estar  ocurriendo a lo largo de un viaje de varios días.
- Te decía, que desde mi  punto de observación, me sentía ansioso por inspeccionar aquel nuevo mundo, aparentemente vacío y solitario que se presentaba ante la vista.
  Pronto inicie la “exploración”,  descendiendo por un camino tortuoso, excavado  en una tierra arcillosa, y me encaminé  hasta lo que parecía un canal o cauce de un río, hoy seco y  con restos de piedras y profundos socavones, que atribuí en un primer momento, al posible impacto de meteoritos, o piroclástos y bombas volcánicas, expulsados por la montaña en erupción que se veía en la lejanía. 
Al alcanzar los primeros montículos,   pude percatarme de  la existencia de pequeñas aberturas o pozos, como entradas de grutas o madrigueras.
 ¿Qué podrían ocultar?. ¿Habría seres vivos?. ¿Serian peligrosos?.
A pesar de mis infundados temores, decidí tratar de “introducirme” por aquellas ranuras de medio metro de ancho, recordando que era el equipamiento de mi traje de mantenimiento, lo que me hacia sentir, como si fuera yo, quien realmente  caminara, y penetrara por aquellos reductos.
 “Llegué” a un estrecho pasadizo, por el que tuve que continuar agachado  durante varios metros.
Lentamente, en la penumbra “recorrí” tortuosos corredores, que se bifurcaban a distintos niveles. Sin embargo, pronto empezaron a  iluminarse por la extraña “fluorescencia” que desprendían las paredes, lo que me permitió orientarme con más seguridad, cruzando  pequeñas estancias. A medida que me adentraba, empecé a oír ruido, un mormullo ininteligible, que poco a poco se fue haciendo más intenso e inquietante. Avancé despacio, sigiloso, desconfiando de lo que me esperaba. No podía dominar la ansiedad que me empezaba  a agobiar, aunque sabía que permanecería invisible, para los posibles seres con lo que me pudiera encontrar, ya que era un simple observador, y desde otra época muy lejana.
Con cautela, tras otra larga galería, llegue a  lo que parecía un amplio salón, de techo mas elevado, al de accedían pequeñas habitaciones laterales, en torno a aquella gran estancia.
Quedé entonces  aturdido, por el alboroto que causaban unos seres de pequeño tamaño, que no paraban de moverse agitados, con un griterío ensordecedor. Me sentí sobrecogido, desconcertado por el inesperado y sorprendente espectáculo, embargado por la emoción que suponía para mi, el estar logrando “el descubriendo  de los primeros seres vivientes de Marte”, que observaba con  asombro y fascinación.
Nunca había pensado, que en tan poco tiempo pudiera  haber llegado a hacer ese gran hallazgo.
Estaban reunidos, vociferando  exaltados, en medio de una gran algarabía. No entendía lo que decían, ni el motivo a su excitación.
 Sin embargo albergaba la ilusión, de  comunicarme con ellos y de enterarme de lo que allí estaba ocurriendo.
Tenía la esperanza, de que  seguramente llegaríamos a entender su lenguaje, y aunque no nos oyesen, podríamos hacerles llegar nuestras palabras, de modo que invadiesen su pensamiento, como “ocurrencias”, a las que nos  contestarían con  reflexiones internas, que nosotros captaríamos y traduciríamos.
  Parecía  lógico, que nuestra  mente humana con cien mil millones de neuronas, y la de ellos seguramente con una capacidad parecida, estuviesen en condiciones de que pudiésemos  establecer ese tipo de comunicación.
 -Pero bueno. ¿Como son ellos?, ¿Que aspecto tienen?...¿Pudiste llegar a saber como vivían?.... ¿Son agresivos o te parecieron pacíficos?... ¿Cuantos años viven?.... ¿De que se alimentan?,.. ¿o alimentaban?...
 -Con calma..., “de una en una”...
  Si tú estás impaciente por saber, yo también lo estoy por contarte; pero es tanta la información que tengo, que me va a ser muy difícil de resumir apresuradamente, sin que me des descanso.
 Piensa otra vez, que aunque mi “viaje” duró solo seis horas, por los relojes de la Tierra, la realidad practica es que, como la observación la hice a  unas velocidades superiores a las de la luz, realmente estuve viviendo en Marte, el tiempo equivalente a una semana marciana, algo mas larga que la terrestre, ya que los días marcianos, duran casi 25 horas.
  Antes de nada, retomaré el hilo de mi relato.
 A mi llegada, como te trataba de contar, me encontré con un grupo de aquellos  extraños seres bulliciosos y  exaltados, formando una gran algarabía. Todos eran de baja estatura, que no sobrepasaría el metro  y medio. Tenían en general una morfología corporal parecida a la de los humanos; eran bípedos y caminaban más o menos erguidos.
 Llegué a comprender que celebraban entusiasmados, una gran victoria contra sus enemigos. Comentando satisfechos las incidencias de la última batalla contra los invasores, sus vecinos los machos de la raza Lambda, habiendo tenido  que pasar meses de asedio y sufrimientos, encerrados en lo más profundo de sus refugios.

  Todo el mundo trabajaba en fábricas y laboratorios, dominaban la química, la física y la minería, habiendo llegando a acumular gran cantidad de metales nobles y piedras preciosas. Bajo sus refugios cultivaban hongos, producían licores, levaduras, quesos, antibióticos y alimentos fermentados, aprovechando la materia orgánica vegetal, que recolectaban en la superficie.
  Me sorprendió saber, que han conseguido dominar la energía de los rayos gamma, que unida a la que obtenían en las prospecciones  del subsuelo, les permitía tener una capacidad energética importantísima.
 -Tengo tanta  curiosidad que no puedo menos que volver a interrumpirte.     ¿Cuántas razas conociste?. ¿Que diferencia hay entre machos y hembras?.
  - En Marte, hubo muchas especies de primates marsupiales que alcanzaron un desarrollo intelectual significativo, todas con una estructura corporal parecida a la de los humanos, aunque de menor tamaño, como los que pude observar en el primer momento.
 En un principio las diferentes razas vivían aisladas unas de otras, pero con el tiempo al irse extendiendo y ocupando todo el planeta, algunas se fusionaron, mientras otras fueron absorbidas o quedaron diezmadas hasta desaparecer, como consecuencia de enfermedades o por enfrentamientos en luchas territoriales.
   Dentro de cada especie, siempre tuvieron un significativo dimorfismo sexual, y supe que existió cierta promiscuidad o interrelación, entre las  distintas razas.

   El grupo racial que  yo conocí, al “llegar” a Marte, era el Beta, constituida por  hembras dolicocéfalas de hasta 20 kgrs. de peso, y machos Tau, obesos, pero de apariencia mucho mas débil, con un  peso inferior a los 15 kgrs y largas extremidades. 
  Los grupos familiares constituian una estuctura social matriarcal, formados por varias hembras de diversas edades, bajo el control de una matriarca dominante, y uno o varios machos, siempre procedentes de otras familias, seguramente para evitar la consanguinidad. Estos machos que se sabian diferentes y se sentian necesarios, mimados por las hembras, llegaban a creerse los caciques y patriarcas, aunque realmente estaban solo a disposición de ellas, que eran quienes los escogian, cuando decidian atrarelos y utilizarlos. Eran ellas las que les hacian creer que tenian toda la autortidad, para asi mantenerlos realmente sometidos a su absoluto control, manejarlos y "utilizarlos" a su antojo.
  De ese modo, ellos se sentian satisfechos, disfrutando de ese sentimiento de autoridad, que ellas les provocaban.
   Todas las especies de "primates" marcianos habian estado constituidas por mamiferos marsupiales, con una bolsa mas desarrollada en las hembras, que crecia notablemente durante el embarazo, alcanzando un tamaño suficiente para dar cobijo  a una cria, que era la que solia nacer en cada parto.  
     La proporción de nacimientos venia a ser de  seis hembras por cada macho.
 Los embarazos duraban 5 meses,  y los hijos pasaban desde el vientre materno a la bolsa marsupial, prácticamente sin molestias, dado que el canal del parto y los órganos sexuales estában encima de la pelvis, separados del aparato urinario, situado por debajo, fuera de la bolsa. Los machos también tenían su bolsa marsupial, pero mucho mas reducida, que contenía los órganos sexuales, también separados del conducto urinario, también infrapélvico.
  Al mes de haber nacido, los hijos abandonaban el marsupio, pero como no estaban todavía  en condiciones de valerse por si mismos, tenían que continuar  dentro del grupo familiar, que los cuidaba y tutelaba hasta que llegase el  momento, en que, por el instinto de conservación de la especie, “sintiesen” la necesidad de reproducirse.
 Entonces las hembras tendían a formar  nuevas familias, con un macho externo,  mientras que los machos, que se consideraban liberados, habrían de ser aceptados por otras familias, en las que pronto se sentirían patriarcas. Muchas veces el grupo familiar estaba constituido por hermanas que disponien de uno o dos machos que se sentian protectores aunque eran ellas quienes tomaban las decisiones , siendo una hembra dominante loa que realmente gobernaba la familia.



 La alimentación era preferentemente vegetariana, pero siendo   omnívoros,  consumían también pequeños animales, leches, alimentos fermentados e incluso algunos  insectos.
  En general tenían una gran sensibilidad para la música y extraordinariamente  desarrollado el sentido del olfato, tanto que sorprendentemente solían reunirse durante horas, para disfrutar  de  verdaderos “conciertos” de aromas y perfumes.
   Pude enterarme de que eran religiosos. Creían en  el poder de una especie de Energia divina y en la inmortalidad, pero no de su alma, por transmigración, transformación o reencarnación del espíritu, sino en algo material y biológico permanente: la continuidad genética del individuo en sus hijos por toda la eternidad.
        En el amplio salón donde estaban reunidos, me acerqué.... 


                        (Continuará el Capítulo 4º)

jueves, 25 de octubre de 2012

XX.-Incursión a Marte-. ( Capitulo 2º)






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                        Incursión a  mÁrte 

                  (Capitulo 2º)

        Un mes después, tras las entrevistas y reconocimientos  pertinentes, D. Gumersindo Valdés fue aceptado para comenzar su formación y  poder llegar a realizar las primeras observaciones astronómicas.
         En Diciembre, iniciaría el curso  de preparación en las instalaciones del Centro de Investigación, de la Sociedad Geográfica Hispano-Americana Francisco Hernández de Toledo, en las inmediaciones del Pico María en Almería.     
      -¿Por que  instalaron en Almería un Observatorio astronómico?- le pregunto.
       -No lo se muy bien; pero hace  unos siete años cuando  el Prof. Rubén Bahamonde renunció a la docencia en su cátedra, para dedicarse a la investigación, busco un lugar tranquilo con poca contaminación lumínica para montar su Observatorio,  y entre varias opciones que barajó se decidió por Almería.  Quizá también lo hizo por su proximidad al mar, que  siempre le atrajo, desde aquellos veranos de vacaciones en Galicia. Éramos entonces un  magnifico grupo de jóvenes que pescábamos, navegábamos, buceábamos, explorábamos castros,  coleccionábamos insectos, o fabricábamos explosivos con los restos de los cohetes de las fiestas del pueblo y las pastillas de clorato, que “carraspeando” conseguíamos en la Farmacia  de D. Juan,- explica  Sindo.
     Comenzó la instalación con un pequeño telescopio de transito meridiano y un simple ordenador para procesar los  datos;entonces hubo de limitarse a observar y estudiar los cuerpos celestes más próximos. 
    Así centró  su atención en nuestro vecino Marte, sospechando que habría tenido una evolución parecida a la que algún día seguiría  la Tierra. 
    Sus minuciosos estudios sobre los asteroides capturados por la gravedad de la Tierra, como el YN107 y el GU9, así como sus trabajos sobre los satélites de Marte: Fobos y Deimos, y  el análisis de los Asteroides troyanos en  los puntos de Lagrange, no tardaron en ser valorados en otros países. Interesados por sus investigaciones pronto incluyeron su modesto Observatorio en la Red Astronómica Internacional.
    Gracias a ello, tuvo la posibilidad de contar con nuevas ayudas, que le permitieron  modernizar su instalación y adquirir un magnifico Radiotelescopio.
    Mientras que con su primitivo telescopio, solo podía recibir los estímulos producidos por las ondas de luz, con el Radiotelescopio y su gran antena parabólica, estuvo ya en condiciones de captar las ondas de radiofrecuencia del espectro electromagnético y ampliar su capacidad de observación del Universo; lo que le abrió las puertas a  investigaciones mas complejas y de cuerpo celestas mas distantes.
    Tuvo ocasión de atraer y  formar un buen equipo de jóvenes investigadores, lo que le permitió entrar a formar parte de los programas internacionales mas complejos de observación y análisis del firmamento y a recibir información permanente de los telescopios espaciales, en orbita alrededor de la tierra, como el Hubble (HST).
   Con  todos estos avances, el Centro de Observación y Estudio Francisco Hernández de Toledo, había llegado a  alcanzar categoría  internacional, gracias al tesón y bien hacer, del excelente grupo  científico reunido.
     El haber sido incluido en el programa, le iba permitir al D. Gumersindo Valdés conocer un gran Equipo de investigación y  tener la posibilidad de llegar a observar alguna parte del Universo  planetario y concretamente a Marte, que desde  siempre tanto interés le había despertado.
     Ignoraba que gracias al progreso alcanzado por la tecnología,  iba a lograr mucho más que una  simple observación, ya que con las últimas investigaciones  se pretendía llegar a conocer, no solo el presente, sino la historia del planeta rojo.
     Como si de una exploración se tratase, se intentaría resucitar en una experiencia integral, todo el realismo de un viaje, pudiendo de algún modo, conseguir “revivir” el pasado de Marte.
    El Centro de investigación contaba con grandes instalaciones de Laboratorios, Biblioteca, Despachos, Áreas de investigación, Servicios de mantenimiento y Planetario, para  culminar en lo mas sofisticado y fantástico:”El Túnel del Tiempo”. Estaba constituido por la Sala de Dirección y el Modulo de Observación, que disponía de ocho Cabinas de aislamiento, de planta circular con cúpulas semiesféricas, en donde los “visionautas”, acomodados en  confortables butacas, deberían de permanecer unas 6 u 8 horas, para  cada observación. Controlados desde la inmediata Sala de Dirección, (El Puente de mando), dos gigantescas pantallas murales,  permitían seguir al detalle todas las incidencias de la observación y dirigir toda la exploración. Astrónomos, ingenieros, médicos y diversos especialistas controlaban, por un lado todos los resultados y por otro el estado de los visionautas, para que se sintiesen sumergidos en la exploración, “viviendo la realidad de un viaje”.
    Al Dr. Valdés  le habían asignado de 16 de Diciembre, para realizar la primera observación.
    Nos despedimos emocionados, con el compromiso de que nos encontraríamos a su regreso.
    Por fin, llegó  y pasó el día señalado; pero no recibí noticias. 
    Albergaba la esperanza de que en 10 o 15 días, se pondría en contacto conmigo. Contaba los días con impaciencia, tachándolos en el calendario, como un prisionero que esperase la luz de su liberación; pero la comunicación no llegaba. Transcurrió un mes y luego dos.  En ningún periódico se decía nada, de ningún descubrimiento o exploración. Como siempre, solo se hablaba de futbol, política y corrupción; la ciencia no parecía  interesar.  Además se trata de programas semisecretos, rondando lo fantastico o la ciencia ficción, que seguramente no se querrían  divulgar.
    Acabando Febrero recibí el esperado mensaje de D. Gumersindo. Decía que se encontraba muy bien;  regresaba y me citaba para el próximo sábado en su casa. Tenía muchas cosas que contarme.
    Fue muy emocionante el encuentro. Nos abrazamos con profundo afecto. Lo encontraba cambiado.    Estaba mucho mas delgado y se le veía con deseos de hablar y contármelo todo; pero parecía que media sus palabras, con una parsimonia que no le era habitual, como si tuviese la menta ofuscada; seguramente la tenía bloqueada con tanta información, que querría ir desgranado poco a poco, para relatarme su experiencia, de la forma mas ordenada posible.
   Empezó por explicarme, que la víspera al día de la observación, trató de relajarse y dormir   profundamente, para estar en las mejores condiciones. Aquella mañana  no tuvieron  que despertarlo, y se sintió despejado y dispuesto para iniciar todo el “ritual”, que tantas veces había ensayado, en los días de preparación.
   -Llegué a la cabina del modulo de observación acompañado del equipo de técnicos e instructores. Me ayudaron a enfundarme en la indumentaria de “supervivencia”:era un fino traje, casi imperceptible, que resultaba muy  confortable, confeccionado con modernos polímeros sintéticos, y dotado de infinidad de senso-estimuladores,  incrustados en el  tejido,  necesarios para  poder controlar el funcionalismo corporal y las constantes biológicas del organismo, y así poder suministrar los alimentos e incluso los  medicamentos  que pudiera necesitar, en forma de aerosoles. Todos aquellos sensores  servían ademas, para transmitir al observador, no solo   las imágenes y sonidos, procedentes del lugar que estuviese “explorando”, sino también: olores, sabores y todo tipo de estímulos sesorio-perceptívos a través de su piel, que le permitirían percibir y sentir  en su cuerpo, con  total nitidez, todo lo que estaba ocurriendo,  como si de una realidad presente se tratase, y viviese en tiempo real, ese pasado que estaba observando.
   -Tuvo que ser extraordinario lo que me cuentas; parece de ciencia ficción,- le interrumpí.
   -Realmente era tan perfecta la preparación, y ha progresado tanto la tecnología,  que me sentí, a lo largo de toda la observación, como si efectivamente hubiera sido “transportado al pasado”.  Llegando a observar y vivir como presente, todo lo ocurrido en  Marte, hace unos 500 millones de años,  cuando en la Era geológica Amazónica,  el  planeta Marte tenía más de 3000 millones de años de existencia, y un clima parecido al que actualmente disfrutamos en la Tierra. 
    Estaba tan deseoso de contarme  aquella experiencia, que dejó para otro momento las explicaciones tecnológicas, e incluso otras características del Centro de Observación, poder centrarse en lo extraordinario que había sido, todo lo que había llegado a conocer en nuestro vecino planeta.
   Como sabes, fue el día 16 de Diciembre, cuando de madrugada, aun en  penumbra, una vez situado en el modulo de observación, la cúpula se fue iluminando lentamente, para aparecer, como en un planetario, la bóveda celeste.
 Pronto pude identificar el planeta rojo, al que parecía irme aproximando, hasta apreciarlo con total nitidez y detalle.
 Desde el modulo de Dirección, dirigían mi observación  hacia la zona meridional, alejándome del hemisferio  norte, y su extensa y profunda llanura, sin poder por ello, llegar a observar, en esta ocasión, el complejo volcánico Tharsis, ni el impresionante monte Olimpo. Me aproximaban hacia una altiplanicie del sur, entre cráteres parecidos a los de la Luna.

    Iluminado por un sol mortecino y lejano, pude divisar una red de intrincados canales. A lo lejos, en todo lo que abarcaba la vista, había infinidad montículos, unos redondeados, pero otros mas elevados de cumbres aguzadas, que se elevaban hacia el cielo. Ni una señal de movimiento, ni de vida. A mi izquierda, destacaba una profunda y ancha hondonada, en la que serpenteaba lo que pudiera ser un cauce fluvial, semioculto tras la feraz vegetación de sus orillas. Al fondo, destacaba la cúspide truncada de una montaña volcánica, que ocasionalmente desprendía  explosivas nubes de  un humo grisáceo. Era lo único que interrumpía el silencio y vacío que allí había.
No puedo ocultarte que, en  mi aparente soledad, empecé a sentir una sensación de abandonado, llegando por   momentos a invadirme una angustia casi aterradora, como si fuese llegar a ser victima de los misterios que pudiera encerrar aquel nuevo mundo.


                                                                            (Continuarán los Capítulos 3º y 4º)