lunes, 6 de julio de 2015

XXXIV.- A un político europeo.



                  

                                           XXXIV

                               A un político europeo.    




    Nunca me gustó la política. No se nada de política. Por eso, nunca me atreví a escribir sobre política.
  Contrariamente, alguno de mis pacientes esta obsesionado con ella, como Gumersindo, que  me comenta desde hace semanas, con insistencia y preocupación, lo que está ocurriendo en Europa y concretamente en Grecia.
  Me decía Gumersindo:- la Unión Económica Europea, hoy Unión Europea, había prometido la igualdad entre los pueblos y las personas, que se hubiesen incorporado a la misma.
  Sin embargo, los poderosos en lugar de tratar de equilibrar las desigualdades, las siguen permitiendo. Utilizan la estratagema de regalar en un primer momento, modestas ayudas a fondo perdido, que los mandatarios locales se apresuraron a aprovechar, y luego tratar de convencernos para que los Países pobres aceptemos cuantiosos   prestamos, "imposibles de devolver, solo con  el incremento de los impuestos de la clase media", en lugar de tomar medidas mas honestas desde Bruselas, como sería la creación de industrias y la instalación de fabricas y empresas en las Naciones con mas paro, como Grecia, España, Portugal e Irlanda,  declarando a esos Países   Áreas o "Polígonos" industriales y empresariales de preferente protección y apoyo, con las exenciones y beneficios, que fuera necesario aplicar, para que todas las restantes Naciones europeas se vieran estimuladas e incluso obligadas a construir o ampliar sus fabricas en ellos, en  lugar de continuar instalándolas en Países sin paro y con alto nivel de vida.
 Defendiéndose además, desde la Unión Europea,  el manteniendo las infraestructuras locales existentes y la tecnología que siempre dominaron como la construcción naval, la pesca, la ganadería, agricultura, etc.,  y a utilizar "in situ" los productos autóctonos, impidiendo la exportación de materias primar locales sin elaborar, como la madera, los minerales,  el caolín de Burela, el granito de Porriño, el aluminio en bruto, el papel en pasta, etc., frente a todo lo procedente de otros Países, incluso  de fuera de la propia Unión Europea.
  Para mejorar la calidad de vida de las gentes es necesaria la protección de las industrias locales, en lugar de permitir un libre mercado desmadrado y sin control, que impide competir con los grandes dejando sin trabajo y empobreciendo y a los mas modestos - concluye Gumersindo.  
    Por ser representante de España, en el lugar desde donde se puede prestar mas ayuda a la Nación, tengo el atrevimiento de enviarle las sencillas ocurrencias de mi paciente, que concuerdan con las de muchas personas del pueblo llano.
  Con todo  mi respeto  le saluda

                                         JOTAPEDE