martes, 31 de diciembre de 2013

XXV- Jubilarse en Ribadeo





 

                                                                        XXV



                     JUBILARSE EN RIBADEO   



   Aquella mañana me había invitado  un buen amigo a que escribiese algo para el Programa de Fiestas. No estoy habituado a hacerlo y por eso les pedí a mis compañeros de la tertulia de la Rebotica que me sugiriesen algún tema.
 -Cualquiera puede escribirlo.¡Es algo tan fácil! -me decían-.Todos ellos tenía infinitas ideas; pero yo ninguna.
 Decidí que  buscaría  una  excusa y renunciaría, agradeciendo la oferta.
     Al anochecer me fui a nuestro banco del Parque, llegué tarde y ya no había nadie. Se  habían ido temprano.
 Me sentía satisfecho de haber llegado a la jubilación, pudiendo disfrutar de aquella tranquilidad.  
     Actualmente la Jubilación tiene un significado administrativo de finalización de la vida laboral, que da pasó  a una situación de inactividad como trabajador, de  modo que supone un cambio muy importante en la vida. Algunos la están esperando con ilusión, mientras otros la temen por lo que pudiera significar de  inutilidad, como si se hubiera pasado a ser un mueble viejo, que  resulta inservible y que lo van a arrinconar.
 Para tratar de evitar esa situación de malestar, hemos de prepararnos para recibirla, conscientes del cambio que se va a producir, echando  mano del abanico de posibilidades que todavía nos seguirá  ofreciendo la vida.
  Por ese motivo hemos de  tener muy en cuenta: cuando, como y donde, nos vamos a jubilar.
   Estando todavía en plenas facultades deberemos de tener previsto cuando va llegar ese momento, buscando como diría Delives, la hoja roja en el librillo de papel de fumar que nos advierta, que se nos esta aproximando el final de la vida laboral.
 En segundo lugar, hemos de proyectar como planificar nuestra jubilación. Igual que nos hemos preparado a lo largo de los años de juventud para encauzar nuestra vida familiar, social y laboral, lo deberemos de hacer para cuando ella llegue.
 Tanto los que la estuvieran esperando con ilusión por tener trabajos penosos, como los que se sintiesen satisfechos con el suyo, pueden llegar a padecer un sentimiento de vacío, inutilidad o frustración, por lo que, habrán de tener previstas otras actividades alternativas, para no sufrir un cambio  traumático en sus vidas, con la aparición de sentimientos desagradables de ansiedad, decaimiento, apatía, preocupación, tristeza, etc., e incluso molestias corporales, como si de una enfermedad orgánica se tratase.
       Todos, mujeres y hombres, con los mismos derechos, pero  con incuestionables diferencias biológicas, habrán de   reencauzar sus vidas, con arreglo a sus  gustos y convicciones, solos o en pareja.
   Unas y otros de forma progresiva y paulatina han de replantearse nuevas tareas, actividades que por el trabajo no pudieron realizar o dedicar el tiempo deseado, sean o no las tradicionales, como: la gimnasia, el hogar, la cocina, el deporte;  reeducar los gustos, hacia: el arte, la lectura, la  música, el teatro, el estudio, la informática, e iniciar aquellas tareas deseadas pero incompatibles con el trabajo, retomando aquellas colecciones inacabadas o inacabables, y tratar de integrarse en asociaciones culturales, recreativas o de asistencia social, visitando y colaborando en asilos, comedores, hospitales o centros de día, lo que va a resultar  profundamente gratificante para los acogidos y para ellos mismos.
 Disponiendo de más tiempo libre para  pasear, practicar deportes, navegar, pescar y poder así sustituir la calculadora, el serrucho o el bolígrafo del trabajo por el rastrillo y la regadera en un huerto. 
   Pero,¿donde  podríamos encontrar un lugar ideal  para desarrollar tantas actividades?.
  No será fácil. Nuestra imaginación influenciada por la publicidad, volará sin duda, hacia lugares  lejanos y exóticos, con que nos inunda la propaganda. Siempre parece que cuanto mas lejos se vaya, allá se va a encontrar lo mejor.
    Por eso  pronto nos vendrán a la mente alguno de los muchos parajes fantásticos como: Tailandia, la isla Margarita, El Caribe o Hawai, “en que la placidez de un gran lago contrastara con  la bravura del océano, la serenidad de los valles con las cumbres de doradas montañas, en donde la música, las tradiciones, la artesanía y  las artes, se conjugasen en un clima agradable con las actividades deportivas, entre gentes apacibles y acogedoras.”
 Pero habrá que ir muy lejos. ¿Donde puede haber un lugar así: maravilloso y fantástico?; y ¿como podríamos alcanzarlo y  llegar a él?.
  No se lo digáis a nadie. Ese lugar existe; os lo aseguro. Y esta muy cerca. Pero mantenedlo en secreto. Que no nos lo colonicen; que no nos lo invadan los forasteros.
 Es  un paraíso maravilloso casi privado que lo forman: Ribadeo y su  Ria, que como un lago intimo y tranquilo une a estos cuatro pueblos que emergen en sus riberas: Castropol, Figueras, Ribadeo y Vegadeo. Cuatro pueblos diferentes, que constituyen una unidad dinámica inseparable, que como un cuerpo humano necesita para subsistir: pulmones, cerebro, hígado y corazón. El pueblo marinero de Figueras con su Astillero y Palacio, la Nave que es Castropol hendiendo su proa en las aguas de la ria con el puente de mando en su Casino,  Vegadeo entramado de venecianos canales, cuna de empresarios e industriales y Ribadeo, que con los restos de su modesta cerca defensiva, pretendió mantenernos a salvo de los ataques filibusteros, es hoy importante puerto de recreo, atractivo lugar de veraneo para la juventud, con su cuidado Parque  irreemplazable para las tertulias de jubilados, en el que todos acabaremos algún día.
  Creí que estaba pensando pero soñaba en mi banco del Campo. Me había quedado dormido. Me sobresaltó un  estampido. Mi ensueño maravilloso quedó  bruscamente interrumpido. Iba a ser el fin de las Fiestas de la Patrona con la última verbena que comenzaba  y culminaría con la Gran Traca final. Habíamos vivido 5 días de fiestas y verbenas, que acababan el día de la Patrona. Hoy mismo  después de la tradicional Misa y procesión con asistencia de la Autoridades, no faltó el clásico Concierto de la Banda Municipal, nunca suficientemente ponderada por lo que significa de germen de la Escuela de Música que tantos beneficios trae a la juventud local, estimulando el gusto por las actividades artísticas y a la creación de grupos musicales y corales. Todos los días habíamos tenido verbenas, fuegos de artificio, competiciones deportivas en el pueblo: futbol, tenis, bolos, ciclismo, y en la Ria: natación, pruebas a vela, motor y remo.
Con ello, viene en ese momento a mi  recuerdo el gran espectáculo de aquellas tradicionales regatas de bateles de todos los pueblos de la ria, con 9 embarcaciones en línea, a 8 largos y 7 ciabogas. No olvidaré aquella víspera de la Patrona en que la tripulación de Ribadeo se había impuesto; logrando compensar el buen  hacer del patrón de Castropol, la energía de los grandes remeros de Vegadeo y Abres que entrenaban contra la corriente del río y a la boga picada de los de Figueras.

      Ribadeo y su Ria en la que se funden en unidad inseparable Galicia y Asturias, constituyendo ese lugar prodigioso, que da respuesta a nuestra pregunta de ¿Cuándo, Como y Dónde? existirá un Paraíso maravilloso para disfrutar de la mejor jubilación posible, y sentir como en nuestros hijos y nietos alcanzamos la inmortalidad biológica, aparte de la que los creyentes sabemos que tendrá nuestro espíritu.

                                                                              José  Penzol

                                       (Publicado en el PROGRAMA DE FIESTAS de RIBADEO del Año 2013)