sábado, 4 de octubre de 2014

XXX.- Ceguera para los colores.




                                                     XXX

                               CEGUERA PARA LOS COLORES

                       (Daltonismo)




  La gente inventa cualquier cosa para no dejarse multar  -comenta el bueno de Casimiro- .El sábado pasado un individuo, que se había echado a nadar en la playa de las Catedrales, decía que no había reconocido la bandara roja, desvaída y descolorida por sol,  porque además sufría "discromatosis" o algo así.
   - Bueno, es posible que  fuera verdad, ya que se da poca importancia al daltonismo y es una realidad que habría que tener  en cuenta - apunta Ramón.
 - Efectivamente-confirma Candido-, el Daltonismo o Discromatopsia, ceguera para los colores,  es mas frecuente de lo que se cree, ya que la pueden sufrir cerca del 8% de los hombres y el 0´4% de las mujeres.

   Se trata de una enfermedad hereditaria ligada al cromosoma X, que padecen sobre todos los hombres y trasmiten las mujeres, a quienes por tener dos cromosomas X  rara vez se les manifiesta, si no coincide que ambos estén afectados.
   Sabemos que la percepción de los colores se hace en la retina, donde los bastones nos permiten ver la luz blanca y los conos identificar los colores, mediante unos fotopigmentos  sensibles a las longitudes de onda de los principales colores, desde los 780 nanometros del rojo hasta los 450  del violeta.
  Hay personas  que por una alteración en el cromosoma X , y  fallar la codificación de algunos de esos fotopigmentos a determinados colores,  no se produce la visión de los mismos, que habitualmente suele ser el rojo y/o el verde, variando según el grado  la intensidad de  la discromatopsia; que sin embargo raramente afectará al azul y amarillo, que  codifican los cromosomas 7,  duplicados tanto en hombres como mujeres.   
  Los fallos en la identificación de los colores, aunque no sea un trastorno grave conviene diagnosticarlo en la primera infancia, para tomar ciertas medidas y dar los consejos oportunos, ya que  de otro modo puede repercutir desfavorablemente en los niños que la padecen, que suelen notar algo raro que no entienden,  y sentirse  inferiores ante sus compañeros, cuando opinan de unos colores que ellos no distinguen, lo cual podría  afectarles en su desarrollo madurativo;  mientras que cuando se les da a conocer la poca importancia intrínseca de este déficit, llegan a superar las situaciones que se les presenten,  manteniendo un desarrollo social, cognitivo y emocional  prácticamente normales, y sin  embargo, de no tomar en su momento las medidas oportunas podrían surgir en el niño problemas de ansiedad,  trastornos madurativos y ciertos problemas  psicológicos.

 Es frecuente que algunos  daltónicos traten de disimular su trastorno hasta tal punto que llegan a producirse situaciones ridículas o jocosas, como el caso de un profesional al que le habían encargado que comprase un tarrito de pintura verde,  que el vendedor se resistía a servirle insistiéndole con cierta impertinencia  que lo escogiera el mismo en una estantería repleta de botecitos  de todos los tonos y colores. Se alargaba la controversia por lo que hubo de intervenir el medico de familia que observando desde lejos la escena,  tuvo que cortar la discusión haciéndoles reconocer que los dos eran daltónicos, como lo habían sido sus abuelos maternos,  y lo eran muchos mas en el pueblo, aunque casi ninguno no lo dijese.
   Aunque se trata  de un trastorno que, como hemos repetido, no supone limitación intelectual,  incapacita para  la realización de ciertas tareas o ejercer algunas  profesiones en que es indispensable discriminar exactamente ciertos colores, como son:  pilotos, controladores aéreos, marinos, electricistas, maquinistas, patólogos etc. , fuera de las cuales el horizonte profesional de un daltónico, pudieramos decir que es casi completo.
 Por otra parte,  se ha venido observando  que los daltónicos son capaces de desarrollar un especial habilidad para distinguir con precisión matices e intensidades de luz , que permitió al Ejercito americano destinar con éxito a daltónicos  para distinguir desde aviones los campamentos camuflados  del Vietcong,  que las personas con visión normal no  eran capaces de reconocer.
  De tal modo, cualquier daltónico con cierto espíritu de observación y aprendizaje podrá manejarse correctamente en la vida diaria,  sabiendo con facilidad ante los colores  que se encuentra, para  poder tomar decisiones al respecto.
   La identificación del trastorno la van a realizar  muchas veces  los propios padres quienes en casa  lo apreciarán,  pero deben los médicos, pediatras, oftalmólogos  y  maestros,  quienes tomando conciencia de su responsabilidad  lo busquen desde la primera infancia.
   El diagnostico se puede hacer de forma elemental, tratando de que los niños reconozcan el color de lápices, cintas o dibujos, pero va a ser sobre todo  la aplicación del Test de Ishihara,  lo que  va a permitir llegar en la mayoría de los casos a una conclusión definitiva. Se trata de  prueba que consiste en la presentación de diversas laminas, constituidas cada una  por múltiples circulitos coloreados, confeccionadas de tal moda, que según sea el tipo y grado de  discromatopsia, unos verán formadas ciertas cifras y otros unas distintas (así, por ejemplo, unos verán el 5 donde otros un 2).
  Con la confirmación del diagnostico estaremos en condiciones de informar y aconsejar al paciente sobre las consecuencias de la enfermedad, para hacerle ver que aunque sea un trastorno genético va a limitar poco su futuro.
   También la Administración debiera de tener mas en cuenta la realidad de las Discromatopsias y el numero significativo de personas que las padecen, para  la hora de legislar concienciarse de las limitaciones que tiene estos pacientes y no utilizar alegremente colores difícilmente identificables para ellos, sobre todo en señales de riesgo o peligro, empleando colores mas  luminosos, como se hace hoy día con los chalecos reflectantes de color amarillo de alta visibilidad,  considerando  además la posibilidad de  complementarlo con otras observaciones, como añadir palabras breves,  letras o signos fácilmente reconocibles,  teniendo además  en cuenta, que para muchos, durante la noche o en la penumbra, ciertos colores  se difuminan o desvanecen, pudiendo ser difíciles de identificar.
 

                                                 *********